Acabado el refrigerio para sostener mi cuerpo físico en el mediodía de hoy, no puedo resistirme a meterme en mi PC a continuación -con una taza de té rooibos al lado- para compartirlo con vosotr@s.
Antes de nada deciros que, camino de los dos meses de reeducación en mi alimentación y con casi 12 kilos menos sobre mi cuerpo, decidí, por respeto a los animales, ser vegetariano hasta el día en que me alimente de los fotones del Sol y agua de manantial y de mar. Aunque, por el momento, voy a hacer una excepción para compensar el posible déficit (que quizás tampoco me aporte el tempeh- de vitamina B12: además de tomar lácteos fermentados: yogur, kéfir, quesos, etc., y huevos, 1 vez por semana voy a comer un filete de hígado -a la plancha con ajos-. Y haré como los indios norteamericanos cuando Buffalo Bill: agradecían al espíritu del búfalo ( yo lo hago al de la ternera o vaca)el alimento que les daba para su sustento y lo respetaban y vivían en una especial unicidad, lejos de cualquier depredación tan al estilo de hoy.
También tomo unos 33 cl. (1/3 de litro, aprox.) de agua de mar isotónica 1/2 hora antes de las 3 comidas principales, lo que me aporta casi todos los elementos de la tabla periódica, que nutren en buena parte mis células limpiamente, sin menoscabo de linfocitosis ni trabajos extra para mi cuerpo digestivo, al tiempo que así restan sensación de hambre cuando me enfrento a los platos con mis 'excelentes guisos' :-))
Por otro lado, y siguiendo las recomendaciones de mi buen amigo -y también maestro médico- el Dr. Ángel Escudero tomo en ayunas un preparado de 'alpiste' en 'leche': hay un aparato, hecho en Alemania y distribuido en España por Conasi, que yo tenía, pero ahora no, con el que se hace cualquier leche vegetal en 10 minutos: hacerlo como se recomienda, en la licuadora -que deberían decir la 'batidora'-, es misión imposible: así que he ideado moler (con un molinillo -eléctrico- de café) el alpiste y, por las mañanas, echo la dosis correspondiente al vaso de la batidora, le añado agua y lo bato. Luego lo cuelo con malla metálica y de tela. Y queda estupendamente bien, en un pis-pas.
Bueno, continúo contándoos como se pueden devolver los kilos robados tras una mala gestión realizada sobre mi propio pobre cuerpo: hoy he comido al mediodía una riquísima paella vegetal (para los que no lo sepan, quizás en algunos lugares de Sudamérica, es un plato proveniente de Valencia, del Levante español en general, a base de arroz y algunas verduras de la zona a las que se añadía algo de carne del corral: conejo o pollo normalmente. Luego se fué sofisticando más, añadiéndose frutos del mar y preparándose con marisco. Pero la original se fundamentaba, sobre todo, en los productos de la huerta pues comenzó su elaboración en el interior, y no en la costa valenciana, levantina. Y lo de paella, en realidad se refiere al utensilio especial en el que se prepara: una especie de cazuela metálica con dos asas grandes a los lados para manejarla bien -con la ayuda de un par de paños- en el fuego de leña. Y al plato gastronóminco se le denominaba, simplemente, arroz.
Así que, tras comenzar a preparar un par de tinturas
(una de 'perilla', suministrada por el equipo de 'Dulce Revolución' del igualmente buen amigo, Josep Pamiés, y otra de 'cayena' para las eventualidades urgentes relacionadas con el corazón)
me han quedado unas pizcas de cayena en sus dos tarritos con un par de gotas de alcohol...y, como era la hora de preparar mi proyectada paella, las he guardado.
He cortado finamente (de lo que tenía: porque alcachofas, y menos de Tudela, muy apropiadas, no: no es temporada) 1/2 cebolla tierna, una zanahoria, 3 judías verdes (vainas), un trocito de pimiento verde, unas tiras del rojo de piquillo -de bote, que había ya "resucitado" en una primera fase cambiando el contenido líquido del bote por agua de mar, algo que también he hecho con los guisantes. Y he añadido un trozo de calabacín. No tenía champiñones...¡¡¡pero ahora me estoy acordando que setas de cardo -aunque de criadero, que no es lo mismo, SÍ !!! :-((
He puesto, en la supersartén de 26 cm. que compré ayer en el cortinglés,
(nada de Teflón, que es un producto de los elitistas de Dupont para envenenarnos) de acero inoxidable -NADA de ALUMINIO al uso- revestida con recubrimiento cerámico (NADA de TEFLÓN) por muy poco más de medio centenar de euros
(si necesito algo para acabar el mes y poder seguir echando de comer a la sartén, ya os pediré...bueno, estooo, ¡voy 'dao'! :-))
una buena chorrada de aceite virgen de oliva al que, en cuanto se ha calentado, he añadido las motillas de cayena en las gotas de alcohol, y una pizca de pimentón dulce...y luego todas las verduras que os contaba más arriba. Luego de pocharlas bien, he echado un vasito de arroz y tres de :
1 de agua de mar -según receta de nuestro querido paisano y Dr.. veterinario marino-
1 de agua de manantial revitalizada y convertida en agua de luz
1 de caldo vegetal que tenía guardado (reservado, se dice:-))
Y lo he dejado hervir -¡sin añadir ni un grano de sal 'of course', ni siquiera del Himalaya!-, a medio fuego, durante 15 minutos. Luego 5 más de reposo fuera del fuego...y, deliciosa, deliciosa...Todo en su punto y con un cierto sabor a marisquito, por lo del agua de mar, sin haber agredido a hermana almeja, y demás, etc., todas con concha, ;-)) Una mezcla de sabores digna de la medicina ayurvédica, a falta de una chorradita de limón exprimido a mano sobre el plato, que he olvidado...De lo mejorcito en paellas. Y vegetal. Y con agua de mar isotónica.
Y eso que he estado comiendo una de las mejores paellas posibles en un restaurante de Madrid -del que no recuerdo su nombre- y también...en 'Casa Roberto', en Valencia, solo una vez, porque la segunda, que iba a ir a degustarla en compañía de una amiga argentina -y otra amiga suya paraguaya, al final- de viaje ellas por Valencia, y yo con mi Curso de Noesiología con el Dr. Escudero (¡qué fartons y qué horchata, 'ricas ricas y con fundamento', en las meriendas-break durante el curso en su chalet!), ya hace unos años, me dijo -la amiga argentina-, después de que sí, que no podía...pero...dos horas antes de salir mi tren hacia Zaragoza
-que no podía perderlo porque me hacían mi primera entrevista televisiva, bueno, la segunda, que la primera fue en el año 1979 previa a mi travesía del desierto del Sahara, en Vespa: porque ahora me hubiese quedado en Valencia, tranquilamente, y haciéndoles un largo 'corte de mangas' a tan vulgares mercenarios como lo son los de Antena Aragón TV...y , bueno, como lo son ya todos los medios de comunicación-.
El caso es que me llama esta amiga a dos horas de mi salida y me dice que si, que ahora ya sí puede: ¡mujeres! ¡Vete a Casa Roberto a pedir mesa en domingo y sobre la marcha! (Vamos, más difícil que el Cuponazo, incluso a lo peor, teniéndolo amañado y todo) Tuve suerte de que no se partieron de risa y...¡casi me la dan, la mesa digo! Pero no, al final, no. Nos fuimos a otro restaurante, que no tenía paellas, ni arroces caldosos con bogavante ni nada de esas cosas que tanto me gustaban cuando era un miserable depredador, pero comimos muy bien y cayeron dos botellas de Rioja, de una excelente reserva que...bueno, el camarero, cuando me tuve que ir a toda prisa para no perder el tren, y le pedí la factura, me cobró un total de no mucho más de 100 euros, que casi ya solo las valía el vino...No me di cuenta en el momento por las prisas, pero luego en el tren ¡al que subí en marcha! sí: creo que lo mareó la amiga de mi amiga (quienes por cierto alargaron...la velada, degustando el resto del vino...¡en mi ausencia!). En realidad las dos eran, además de una agradable compañía, un par de...¡mujeres bandera!
-que hubiese dicho un tío abuelo, lejano, de Donosti que gustaba usar esa expresión cuando hablaba de (y a su mujer, la pobre, se le disparaban entonces los tics) -por cierto, ¿por qué se me dispararán a mi a veces?- ...¿cómo se llama actriz la que hizo Sissí en el cine, en el año del catapún...? Guapa era, eh, pero no me acuerdo. Y sin embargo, mira por donde, en cambio, me ha venido ahora a la memoria una amiga que tuve, muy castamente, eh, en Inglaterra y que era austriaca, de al lado de Viena...esta...¡¿cómo se llama la actriz?!
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Bueno, ya estoy de vuelta de Google: Romy Schneider, héle.-
(Pa kitar el hipo, vamos:-))
Bueno, si la intentáis, la paella, me refiero, suerte y que os aproveche.
Un abrazo
Ernesto
www.apitox.eu
P.D.- Si se os ocurre preguntaros que qué tiene todo esto que ver con un boletín sobre abejas y apiterapia, os diré que de postre me he tomado medio kéfir de cabra ecológico con ¡una cucharada de MIEL! :-))
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martes, 16 de agosto de 2011
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