Este tiempo apasionante -como ningún otro precedente vivido por nuestra Humanidad- es de combate, de batalla, de la última guerra en este último tiempo en el final de los tiempos de esta Tierra, de esta Humanidad...
Y esta lucha, esta guerra, no es material, 'no es contra la carne ni la sangre', sino contra los espíritus que habitan las tinieblas: su poder -comparado al nuestro- es inmenso. Por eso la ciega ingenuidad de aquellos que pretenden vencerla/os por si mismos, simplemente 'alcanzando la '"consciencia", dicen' (paso previo ciertamente necesario), estupidizados más todavía que aquellos que miran al cielo y no ven los chemtrails...o que ni siquiera miran.
Los unos vencidos en su soberbia, y los otros en su miedo. Así, Satanás, brazo material en jefe de Lucifer, lleva a unos y otros, a todos, como lata vieja y chafada a patadas por la calle: y en su ceguera, ambos, ni siquiera pueden percatarse que esto no es una guerra convencional como las acaecidas hasta ahora, o al menos, como pensábamos que acaecían.
El enemigo, muchísimo mas poderoso que nosotros solos, esta infiltrado en todos los bandos: como a su imagen y semejanza lo están sus secuaces mas materiales -los que llamamos Illuminatis, sionistas y demás-, y dirigen perversamente la historia actual de todos. Así igualmente esos sus sicarios llevan las de las gentes... ¡y no de las naciones, porque ya no existen! Y la llevan infiltrados desde la oscuridad, desde 'sociedades secretas' que dictan los pasos a seguir a sus peleles, los políticos, y al resto de sus marionetas...'a imagen y semejanza de su padre el diablo'.
¿Quieres saber cómo es Yahvé? Mira su imagen y semejanza en la idiosincrasia del pueblo por él "creado". Y sigue así con todos los 'dioses creadores' que han existido en nuestra historia del último medio millón de años como Humanidad...todos siervos de Lucifer. O, al menos, manipulados de una u otra forma, por él.
En el 'reino de los cielos hay violencia y los
violentos lo arrebatan' (= «La Ley y los profetas llegan hasta Juan; a partir
de ahí comienza a anunciarse la Buena Nueva del Reino de Dios, y todos emplean
la violencia frente a él») son palabras de Jesucristo, refiriéndose al comienzo
del final del último de los tiempos, camino de los nuevos tiempos. Y a la violencia estertórea de los rebelados contra Dios
en nuestro mundo, Lucifer y todos los suyos.(«Cuando el Dragón vio que había
sido arrojado a la tierra, persiguió a la Mujer que había dado a luz al Hijo
varón. Pero se le dieron a la Mujer las dos alas del águila grande para volar
al desierto, a su lugar, lejos del Dragón, donde tiene que ser alimentada
un tiempo y tiempos y medio tiempo. Entonces el Dragón vomitó de sus fauces
como un río de agua, detrás de la Mujer, para arrastrarla con su corriente.
Pero la tierra vino en auxilio de la Mujer: abrió la tierra su boca y tragó el
río vomitado de las fauces del Dragón. Entonces despechado contra la Mujer, se
fue a hacer la guerra al resto de sus hijos, los que guardan los mandamientos
de Dios y mantienen el testimonio de Jesús».)
Estamos en plena batalla final y por eso necesitamos las armas adecuadas, no las que quieren adjudicarnos.
Es curioso, en medio de la oscuridad que engaña al ser humano que se encuentra lejos del 'discernimiento en el Espíritu Santo de Dios', cómo esos espíritus errados -sí, con buenas, muy buenas intenciones, pero errados, y así, peligrosísimos para 'los suyos'- van buscando la luz en budismos y otras parafernalias, normalmente, aunque no siempre, orientales, en absoluto válidas ahora (como no es válido para esta lucha , p.ej. el 'footing', eso sí, muy sano para otras "guerras" de salud física corporal ...).
Porque tenemos las armas de la luz, perfectas, idóneas, en nuestra 'tradición cristiana': exactamente en tres cartas del apóstol Pablo, escritas hace casi 2.000 (dos mil) años.
- Una de ellas a los Romanos: «Tened en cuenta el momento en que vivís. Porque es ya hora de levantaros del sueño; que la salvación está más cerca de nosotros que cuando abrazamos la fe. La noche está avanzada. El día se avecina. Despojémonos, pues, de las obras de las tinieblas y revistámonos de las armas de la luz. Como en pleno día, procedamos con decoro: nada de comilonas y borracheras; nada de lujurias y desenfrenos; nada de rivalidades y envidias. Revestíos más bien del Señor Jesucristo y no os preocupéis de la carne para satisfacer sus concupiscencias».
- Otra a los Tesalonicenses:
«En lo que se refiere al tiempo y al momento, hermanos, no tenéis
necesidad de que os escriba. Vosotros mismos sabéis perfectamente que el
Día del Señor ha de venir como un ladrón en la noche. Cuando digan: «Paz y
seguridad» (¿os suena esto?: 'guerras para la paz en nombre de la
libertad/democracia'; libertad por seguridad...), entonces mismo, de
repente, vendrá sobre ellos la ruina, como los dolores de parto a la que
está encinta; y no escaparán.
Pero vosotros, hermanos, no vivís en la oscuridad, para que ese día os sorprenda como ladrón, pues todos vosotros sois hijos de la luz e hijos del día. Nosotros no somos de la noche ni de las tinieblas. Así pues, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios. Pues los que duermen, de noche duermen, y los que se embriagan, de noche se embriagan. Nosotros, por el contrario, que somos del día, seamos sobrios; revistamos la coraza de la fe y de la caridad, con el yelmo de la esperanza de salvación. Dios no nos ha destinado para la ira, sino para obtener la salvación por nuestro Señor Jesucristo, que murió por nosotros...» (Nada que ver con un tantas veces pretendido 'chivo expiatorio', sino realización de la sabiduría de Dios -amando encarnado, gratuitamente, al extremo-, cuya necedad es mas sabia que la sabiduría de los hombres.) - La tercera a los Efesios: «Por
lo demás, fortaleceos en el Señor y en la fuerza poderosa. Revestíos de
las armas de Dios para poder resistir a las acechanzas del diablo. Porque
nuestra lucha no es contra la carne y la sangre, sino contra los
principados, contra las potestades, contra los dominadores de este mundo
tenebroso, contra los espíritus del mal que están en el aire. Por eso,
tomad las armas de Dios, para que podáis resistir en el día funesto, y
manteneros firmes después de haber vencido todo.
Poneos en pie, ceñida vuestra cintura con la verdad y revestidos de la justicia como coraza, calzados los pies con el celo por el Evangelio de la paz, embrazando siempre el escudo de la fe, para que podáis apagar con él todos los encendidos dardos del maligno. Tomad, también, el yelmo de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; siempre en oración y súplica, orando en toda ocasión en el Espíritu, velando juntos con perseverancia e intercediendo por todos los santos, y también por mí, para que me sea dada la palabra al abrir mi boca para dar a conocer con valentía el misterio del Evangelio, del cual soy embajador entre cadenas, y pueda hablar de él valientemente como conviene.»
Nuestro proceso de sanación en nuestro estado de enfermedad mortal como Humanidad, es similar a cualquier otro a nivel personal (sabed en este sentido que estamos descubriendo científicamente que la Creación es 'fractal')
- Reconocer nuestra realidad de enfermos (=luz, ver, conciencia, o como gustan muchos, consciencia)
- Aceptar nuestra necesidad de recibir ayuda en nuestra también aceptada incapacidad para recobrar solos, por nosotros mismos, lo que hemos perdido: la salud (=humildad = verdad. Pobreza, precariedad)
- Buscar y encontrar (a veces requiere un proceso de ensayo-error) la ayuda adecuada, que suele no ser en absoluto la 'oficialmente correcta' (=inteligencia, libertad 'de facto')
- Implicarse en la propia sanación (=acción de dejarse hacer: fiarse de quien es fiable y no de quien debería serlo y no lo es. Y hacer desde el corazón mejor que desde el hemisferio derecho. En este caso concreto de curación planetaria de la Humanidad en que Dios es el médico y sus ayudantes los ángeles santos y, también, algunos de nuestros hermanos = medit-acción, or-acción: oración en meditación)
También tres documentos que podéis bajar y leer
tranquilamente si así lo deseáis.
Si necesitas aprender a meditar de forma muy sencilla:
Si quieres conocer mejor la meditación:
La Meditación Vipassana,
recomendable fundamental y simplemente como técnica de meditación.
Curso de 10 días:
Meditación Vipassana. Testimonio de algunos practicantes:
La Meditación Vipassana para niños:
Entrevista a S.N. Goenka (que dice alguna tontería como que todas las religiones son iguales...pero que su meditación es diferente y mejor que todas las demás. Hay quienes dicen que si continúas con ella dentro de su institución...empieza a convertirse en una religión peculiar)
- Un documento interesante: 'La Meditación y la Noética'
Taizé y el Hno. Roger:
- Una carta desde Taizé: 'Hacia una nueva solidaridad'
- Unas anotaciones para 'orar en meditación y unidad'
-Orad para que Dios arranque toda maldad de la Tierra y no quede semilla ninguna de ella.
-Orad para que Dios extirpe eternamente de la Tierra a todos l@s malvados sin excepción y que nunca más se les vuelva a mentar, ni siquiera a recordar.
-Orad por la paz para las gentes de buena voluntad, para los que aman al Dios y Señor Único y desprecian los dioses falsos.
-Orad por la vida y la unidad de todos los que aman la Vida y la Unidad y laboran por ellas.
Es hora ya de pasar a un nuevo tiempo y por ello dejo de publicar artículos: quedan aquí, en este Blog, todos ellos a disposición de aquellos a quienes aún les puedan servir. También queda información en mis Webs (clic sobre el enlace)
En unidad de oración al Único Hijo de Dios y Señor, Jesucristo,
caminando -en medio de un 'fuego purificador'- hacia la Unidad y el Amor (con Dios-con los Hermanos-con toda la Creación) en la Nueva Tierra
No hay comentarios:
Publicar un comentario