Cerrando un ciclo

He empleado mucho tiempo y energía en compartir lo que, yendo muy por delante que otros en este mundo, iba descubriendo, como en avanzadilla.

No sé el fruto que haya dado tanto esfuerzo en estos años, pero en definitiva eso es lo de menos: yo he dado lo que tenía que dar, he hecho lo que tenía que hacer (Ez 3, 16-21)

Y ahora, es tiempo de cambio de misión.

Solo deciros que cierro este Blog con esta despedida, comentándoos que este sistema infame en el que vivimos tiene necesariamente que caer y reventar: algo parecido a lo que tiene que ocurrir al peor de los sistemas informáticos, Windows, que sólo esta ahí para ejercer la prevaricación, para ser malutilizado por una clase dominante ya en su 'canto del cisne'.

Este sistema que, lo queráis o no, estáis retroalimentando la inmensa mayoría, es en realidad vuestro padre Saturno, el que devora a sus hijos.

Aunque en realidad no es Saturno su nombre correcto, sino Lucifer y Satanás.

Conforme vais despertando ligeramente a vuestro sueño, vais viendo cosas que no quisierais. Y pretendéis conseguir soluciones parciales que no sirven para nada: eso, cuando no 'dais media vuelta y seguís durmiendo', porque lo que atisbáis resulta tan desagradable que no lo soportáis. Y eso que lo habéis 'creado' vosotros.

Tanto lo uno como lo otro proviene de la estupidez integral (=pecado) que supone volverse de espaldas a Dios y pretender serlo (dios): es la 'prueba del algodón' de que vuestro espíritu es el de Satanás, que os ha infectado subliminalmente. Y permanecéis en un bloqueo del que no podéis salir (por muchos maestros ascendidos, Budas y demás a que acudáis, o 10.000 -¡o infinitos!- parches que pretendáis, o sistemas del corazón, de alquimias, de muchos caminos parciales inútiles, o lo que sea...) Por ahí estáis perdidos, porque estáis siguiendo el camino errado, el ancho (Lc 13, 22ss), el de la mentira, ése por el que os ha subyugado Satanás, y ni os enteráis.

Hay sólo un Nombre -sobre todo nombre- que nos ha sido dado para nuestra salvación: Jesucristo el Hijo Único de Dios.
Y por cualquier otro camino, estáis perdidos.

Todo tiene que caer, que morir, para ser hecho nuevo, para resucitar, para renacer nuevo. Y en eso estamos. (Y cualquier bien nacido lo estará deseando).

Así tiene que morir este mundo (viejo, podrido, invivible, ya en los estertores a las puertas de su muerte evidente) para que nazca el nuevo (Is 65, 17.Ap 21, 1ss)

Pero en esta premura hay todavía una Buena Noticia que acoger, y dentro de ella, la de que 'muchos últimos serán primeros' (el que tenga oídos, que oiga)

Hay que celebrarlo, pues, en todo caso, aunque si el embarazo esta siendo doloroso en extremo, ¡cómo lo será el parto que llega! (De todos depende: así que depende de cada uno de nosotros)

A Dios

Ernesto
P.D.- Podréis continuar viendo los videos que suba a Internet en mi cuenta: vimeo.com/apiterapeuta